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domingo, 24 de mayo de 2020

Teppanyaki de res y camarón


Nos gusta la comida oriental y pues en estos días de encierro, que hay que espaciar las compras básicas, es una buena opción para que las verduras no se echen a perder y se consuman de la mejor manera, es comida muy nutritiva y sana.
Es la primera vez que lo preparo y fue un éxito. Tanto, que lo tuve que hacer de nueva cuenta antes de que pasara una semana. La primera vez sólo con carne de res y para la segunda agregué unos camarones que tenía congelados desde hacía tiempo. Quedó delicioso y pasó a formar parte destacada del recetario familiar además de que se ganó su lugar en este blog.
Es laborioso, pero nada para lo que no tengamos tiempo en estos días de cuarentena. Así que ¿muchas ganas de comida japonesa? Aquí está la receta para preparar en casa. #YoMeQuedoEnCasa.

Fe de erratas: En la publicación original escribí que era cocina china y pues no, un asiduo lector me corrigió y me dijo que era japonesa. Corrijo entonces y ofrezco disculpas.



Ingredientes

1 kilo de bistecs de bola de res
200-300 gramos de camarones sin cabeza, pelados y limpios
3 o 4 zanahorias peladas
3 o 4 calabacitas
½ coliflor precocida
1 brócoli de chico a grande
1 cebolla
1 pimiento
250 gramos de champiñones
Aceite neutro, el necesario (puede ser de cártamo, maíz o girasol)
1 cucharada de aceite de cacahuate

Para la salsa de teppanyaki
1/3 de taza de ajonjolí tostado
¼ de taza de salsa de soya
¼ de cucharadita de ajo en polvo
4 cucharadas de aceite vegetal
1 limón, el jugo
½ cucharadita de jengibre pelado y rallado

Para el arroz
2 tazas de arroz enjuagado y escurrido
4 tazas de agua

Preparación

Lo primero es enjuagar el arroz bajo el chorro del agua fría hasta que el agua salga transparente y se deja escurriendo.

El arroz se enjuaga muy bien y se deja escurriendo; y la coliflor cortada en ramitos se pone a cocer con poca sal y una estrellita de anís.
El segundo paso es cocer la coliflor. Se limpia, se separa en ramos y se cuece en suficiente agua, sal y una estrellita de anís (esto es para que no sea tan indigesta). No debe sobrecocerse, de hecho, hay que dejarla un poco firme para que no se desbarate a la hora de agregarla al teppanyaki.
Luego se cortan todas las verduras. Las cebollas y los pimientos en cuadros grandes; las zanahorias y las calabazas en un corte largo sesgado. El brócoli se separa en ramitos y los champiñones se rebanan.

Las zanahorias y las calabacitas se cortan sesgadas; la cebolla y el pimiento en cuadros y tanto la coliflor y el brócoli en ramitos.
La carne se corta en trozos como de dos por dos centímetros y los camarones, ya pelados y limpios, dependiendo del tamaño, se cortan en dos o tres trozos.
Tanto la carne como los camarones se guardan en el refrigerador mientras se avanza en todo lo demás, sobre todo si hace mucho calor.

Cortes de la carne y el camarón.
Cuando el arroz esté bien escurrido se ponen a hervir las cuatro tazas de agua; en cuanto suelten el hervor se agrega el arroz de golpe, se mezcla con una cuchara o palita para que quede parejo. Cuando vuelva a hervir se baja todo el fuego, se tapa y se cuentan entre 20 y 25 minutos.

Se pone a hervir agua, se agrega el arroz de golpe, se acomoda, se tapa y se deja de 20 a 25 minutos a fuego bajo, lo más bajo. Y así se ve cuando está listo.
Aceites de la receta, ingredientes de la salsa, el ajonjolí tostado y la salsa teppanyaki ya licuada.
En un wok u olla grande se vierte aceite neutro y el aceite de cacahuate. Se sofríe primero la zanahoria que es la verdura que tarda más en cocerse; luego se añade la cebolla y en cuanto acitrone, se agrega el pimiento. Todo sin dejar de remover con una palita de madera.


Una vez sofritos, se agrega la carne, se mezcla todo muy bien y mientras cambia de color, se tuesta el ajonjolí para la salsa teppanyaki y se ralla el jengibre.
El ajonjolí se deja enfriar un poco y se reserva.
Hay que estar al pendiente de que la coliflor no se sobrecueza. Ya que está lista, se escurre, se deja enfriar y se corta en ramitos más pequeños.


Cuando la carne cambie de color se agregan el brócoli y la coliflor, y mientras se sofríe todo revolviendo de vez en cuando, se prepara la salsa teppanyaki: se vierten en la licuadora el ajonjolí tostado, el aceite, el jengibre, la sal de ajo, el jugo de limón y la soya. Se licua fino, pero no tanto para que no se desbarate todo el ajonjolí. Se reserva.
En cuanto esté listo el arroz, se apaga el fuego, se retira de la placa caliente, se le quita la tapadera y se cubre con una toalla limpia para que absorba cualquier resto de humedad. Se deja reposar unos diez minutos.
Volvemos al wok y se vierte sobre el guisado de carne y verduras, la salsa de teppanyaki, se mezcla todo muy bien y se añaden, por último y en este orden: los champiñones, las calabacitas y los camarones y en cuanto los camarones estén listos, se apaga el fuego y se sirve.


Se puede presentar con el arroz en un tazón y el teppanyaki en un plato plano o el teppanyaki sobre una cama de arroz.


Estas cantidades alcanzan para seis personas más o menos.

Cualquier duda me la dejan en comentarios por favor, mientras tanto ¡buen provecho!
#YoMeQuedoEnCasa.

viernes, 21 de agosto de 2015

Milanesas al curry

Esta receta realmente es un invento. Hace algunos años fuimos a comer a un restaurante muy bueno que está en el barrio de Santa Tere, en Guadalajara, Jalisco. Está en la calle de Manuel Acuña entre Alfredo R. Plascencia y Bernardo de Balbuena. Se llama Usagui y basta con observar a los comensales para darse cuenta de que si la intención es comer buena comida japonesa, ahí es el lugar. La comunidad de japoneses en Guadalajara ahí es en donde come. Pues bueno, fuimos un día y mi esposo pidió una milanesa con salsa de curry que le fascinó. La probé y me gustó mucho también, así que discurrí prepararla sin mayores nociones que el haberla probado.
Ya no la venden aquí, hace años que no la encuentro en ningún lado, pero en algunas tiendas de esas grandototas vendían entre los condimentos una salsa dorada que era un polvito al que sólo había que agregarle agua para tener un gravy bastante bueno. El producto desapareció del mercado y dejé de hacer estas milanesas por mucho tiempo hasta que empezaron a llegar los reclamos y los antojos. 
Sé hacer gravy, así que las preparé un día así, primero el gravy con dos cucharadas de curry en polvo y listo. Bien, pero no tanto, como que el caldo estaba muy fuerte y dominaba mucho el sabor, el curry quedó casi anulado. En otra ocasión fue al revés, sabía demasiado a curry y hasta un poco amargosito.
Hace apenas unos días, descubrí en mi despensa una harina que compré creo que en uno de los supermercados de Chapala, el Super Lake o El Torito, no me acuerdo bien, voy a agregar la foto, y no me había dado cuenta de que incluía una receta para hacer gravy. Esta harina es muy suelta, muy ligera, se parece un poco a la salsa dorada, pero no está condimentada, así que añadí caldo de pollo, no muy fuerte, luego el curry y un toque de salsa inglesa. Quedó.

Milanesas al curry.

Ingredientes

milanesas de pierna de cerdo
1 paquete de pan molido 
1 o 2 huevos
1 chorrito de leche
¼ de cucharadita de perejil deshidratado
1 cucharada sopera de ajonjolí
Sal y pimienta al gusto
Aceite para freír, el necesario
3 tazas de arroz blanco preparado (ver aquí abajo la receta en la entrada del estofado de conejo)

                                           Preparación

El pan molido se mezcla con el perejil deshidratado y el ajonjolí. Los huevos se baten junto con el chorrito de leche y las milanesas se sazonan con sal y pimienta.

Se baten los huevos, se agrega el chorrito de leche, sal, pimienta y perejil. Al pan molido se le mezcla el ajonjolí y luego se pasan las milanesas, primero por el huevo y luego por el pan hasta que queden bien cubiertas.
Cada milanesa se cubre con el huevo, después con el pan molido preparado y se fríen en aceite muy caliente hasta que estén bien cocidas y doradas al gusto. Se colocan sobre papel absorbente para que escurran el exceso de aceite.
Se sirven sobre una cama de arroz blanco y se bañan con el gravy al curry.

Las milanesas se fríen y luego se ponen sobre una servilleta de cocina para escurrir el exceso de aceite.

Del gravy al curry

La característica de esta harina es que, además de ser all purpose, se mezcla muy rápido. 

Ingredientes
4 cucharadas de harina (ver foto)
1/2 taza de agua fría
2 tazas de caldo
1 chorrito de salsa inglesa
2 cucharadas de curry en polvo

Harina y curry en polvo.

Preparación
La harina se disuelve en el agua fría y luego se vierte en una ollita con capacidad para un litro. Se prende el fuego, se agregan el caldo y la salsa inglesa, y se revuelve constantemente hasta que desaparezcan los grumos. Se baja un poco el fuego y se incorporan las dos cucharadas de curry.

Aquí está el gravy al curry.
Notas: Si de plano no logra que los grumos desaparezcan, basta con colar la mezcla, quedará con una consistencia tersa.

Si no se consigue esta harina, entonces se puede preparar el gravy de la manera tradicional: se dora una cucharada para guisar de harina en un sartén hondo, y poco a poco se va añadiendo el caldo caliente, sin dejar de revolver para que no se formen grumos; se añade luego salsa inglesa y al final, cuando se haya vertido todo el caldo, las dos cucharadas de curry.
Claro que si encuentra la salsa dorada es mucho mejor, porque como está condimentada, basta con añadir agua y curry para obtener una salsa muy sabrosa.
Hasta aquí la receta de hoy, como siempre ¡hasta la próxima y buen provecho!

Milanesas al curry a mi estilo.