miércoles, 16 de enero de 2019

Camarones a la diabla

Hay un montón de recetas de camarones a la diabla. Algunos los hacen simplemente con salsa de botella tipo Puya o Huichol; otros les ponen salsa cátsup y/o puré de tomate; también hay quienes se pasan en la cantidad de chile y quedan incomibles. Una vez comí un camarón a la diabla en un restaurante de Tlaquepaque (Jalisco, México), uno, y me tronaban los oídos. Como que tampoco ¿no? Ni me acuerdo del restaurante, fue hace algunos años.
Bien, pues mi hijo Pato tenía antojo de camarones a la diabla y aun cuando no sabía cuál receta hacer, ya había comprado camarones y estaban en el congelador, medianos tirándole a grandes y con cabeza, muy importante porque también mi hijo y yo estamos en el proceso de aprender a comer camarones como se debe, chupando la cabeza y toda la cosa.
Un día antes estábamos viendo el programa "Maestros del taco" con Poncho Cadena, el chef, en el canal Gourmet. Y tocó la suerte que visitó una taquería de Guadalajara, Taco Fish, en donde le recomendaron como los mejores, los tacos de pulpo endiablado. ¡Y pasaron la receta! Entonces pensé que era una muy buena opción para hacer los camarones, cambios ligeros por aquí y por allá la convirtieron en  receta original porque además no dieron cantidades ¿y Patricio? Encantado, ya quiere otra vez y más enchilosos.

Camarones a la diabla
 Ingredientes
(para cuatro personas)

36 camarones medianos con cabeza y sin pelar
2 chiles anchos
7 chiles guajillo
15 chiles de árbol
1 chile cascabel
2 jitomates guaje o saladet (o uno Sinaloa mediano)
1 diente de ajo grande
40 gramos de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
Pimienta recién molida
Sal de grano

Preparación

Primero se vierte agua en una olla chica, como un litro o tres cuartos y se pone a hervir, tapada para que esté más rápido. Luego se limpian los chiles guajillo y anchos. Se les quitan las semillas, las venas y los tallos. A los de árbol y al de cascabel sólo se les retira el tallo.

Los más oscuros, en la extrema izquierda, son los chiles anchos; atrás, rojos y lisos, están los guajillo o mirasol; los de color rojo intenso y larguitos delgados, son los de árbol y el redondo al frente, el chile cascabel.
Y se ponen a cocer en el agua hirviendo junto con los jitomates. 

Se hierven los chiles desvenados y limpios junto con el jitomate (tomate rojo) por 15 minutos.
Ya que pasó el tiempo se dejan enfriar un poco y luego se licuan con un diente de ajo grande pelado y sin el brote y con una cucharadita copeteada de sal. Se añade más o menos la mitad del agua de la cocción.
Se cuela y se reserva.
Estos camarones se preparan en el momento, así que con la salsa lista y los camarones descongelados y más o menos secos, se vierte el aceite en un sartén y se agrega la mantequilla. Cuando se derrita se echan los camarones de una vez, se salpimientan y se revuelven en el sartén hasta que cambien de color. Cuando están casi listos, se agrega tanta salsa como se desee, puede ser toda, se revuelven para que queden completamente impregnados y se dejan en la lumbre hasta que la salsa suelte el hervor, apenas.
Eso es todo.

NOTAS
1.- Debo confesar que a la salsa le faltó sal, sin embargo, se compensó con la que le puse a los camarones mientras se sofreían. Quedaron en su punto de sazón.
2.- A mi hijo le encantaron pero me dijo que si para la otra le podía agregar más chile así que pensé en ponerle, para la otra claro, lo vamos a probar, dos chiles serranos crudos a la hora de licuar. Vamos a ver. También podría aumentar la cantidad de chiles de árbol.
3.- Calculé nueve camarones por persona y quedaron muy bien. La salsa alcanzaría incluso para 45 camarones impregnados totalmente; el espesor de la salsa me gustó mucho.
4.- Los serví sobre una cama de arroz blanco y la combinación es perfecta. Rápidos y deliciosos.
¡Hasta la próxima! ¡Buen provecho!

Quedaron muy buenos y con mejores ingredientes que una simple salsa de botella. El chilito verde que se aprecia en la foto se lo pongo al arroz mientras se cuece con unas tres o cuatro ramitas de cilantro.