miércoles, 30 de diciembre de 2020

Pan de cazón

He visto esta receta en cuanto recetario de cocina mexicana ha caído en mis manos, especialmente yucateca, pero nunca me había llamado la atención hacerla, de hecho, ni leerla, así que no tenía idea. Un buen día se apareció Pedro con unos filetes de cazón congelados, pero durmieron el sueño de los justos en el congelador por mucho tiempo hasta que llegó el momento de prepararlos de algún modo. Primero los hice a la mantequilla y nos gustó mucho. El cazón no tiene un sabor muy fuerte, la textura es delicada y no trae nada de espinas así fileteado.

Como si lo hubiese solicitado, en un programa de El Gourmet, “Abuelita linda” creo, la señora preparó pan de cazón y entonces pensé que no era tan difícil y lo podría hacer. Busqué en uno de mis libros y ahí estaba la receta, esperándome, así que, con más cazón en el congelador, prácticamente tenía todos los ingredientes, sólo me faltaba el chile habanero y se resolvió pronto. El platillo llegó para quedarse, a Pedro le encanta y quiere que lo prepare cada rato. Es laborioso, pero vale la pena y si nos organizamos bien, en menos que lo cuento, está listo. Recomendable, como siempre, leer primero toda la receta para revisar si tenemos todos los ingredientes y para hacer las preparaciones previas.

Ya le metí mano a la receta y sí, quedó mejor. Voy a compartir foto de la portada del libro porque, como casi siempre sucede, en todos los recetarios el mismo platillo tiene variantes. La receta que me sirvió de base es del Gran Libro de la Cocina Mexicana, si lo encuentran, recomiendo que lo adquieran, todo lo que he hecho de ahí sale rico. Y si ya lo tienen ¡felicidades!

Ingredientes

Para el pan de cazón

½ kilo de filetes de cazón

3 hojas de laurel

4 dientes de ajo (2 enteros y 2 sin el brote y machacados)

¼ de cebolla

1 cucharada de aceite

½ taza de cebolla picada

¾ de kilo de jitomate (tomate rojo) picado

2½ cucharadas de epazote picado

1 cucharada de orégano seco

Sal y pimienta recién molida

12 tortillas de maíz

Frijoles negros refritos

Aceite el necesario

 

Para las cebollas con habanero en escabeche

2 cucharadas de aceite

2 cebollas moradas grandes, fileteadas

2 dientes de ajo

3 o 4 chiles habaneros rebanados

½ taza de vinagre de vino blanco

¾ de taza de agua

3 hojas de laurel

1 ramita de tomillo fresco

1 ramita de mejorana fresca

½ cucharada de orégano seco

½ cucharada de sal

½ cucharadita de pimienta recién molida


Preparación


Con todo picado y a la mano, lo primero es poner a cocer el pescado en agua hirviendo con una hoja de laurel, dos ajos enteros, el cuarto de cebolla y sal. Se cuece a fuego alto por unos 20 minutos, se apaga y se reserva.

Cebolla y jitomate picados

En un sartén grande se calienta la cucharada de aceite y se sofríen la cebolla picada y los ajos machacados. Cuando acitronen (que se transparentes o translúcidos) se añade el jitomate picado y se baja un poco el fuego. Cuando el jitomate cambie de color, se agregan, el epazote, las dos hojas de laurel restantes, el orégano, sal y pimienta. Se baja el fuego, se tapa y se deja así por dos o tres minutos.

El pescado se escurre, se reserva un poco del caldo y los filetes se desmenuzan finamente. Se incorpora el pescado a la salsa de jitomate Si está medio seco el guisado (a veces pasa si el jitomate no está muy jugoso) se agrega poco a poco caldo de la cocción del cazón, poco a poco y no mucho. Se mezcla todo muy bien, se rectifica de sazón, se tapa y se deja a fuego medio bajo por cinco minutos. Hay que revolver de vez en cuando y, si es necesario, añadir más caldo.



Para preparar el escabeche, en una cazuela de barro de preferencia (nada más que no sea de aluminio) se calienta el aceite y se sofríen las cebollas fileteadas con los habaneros rebanados. Cuando acitronen, se vierte el vinagre y el agua, se añaden todas las hierbas de olor, los ajos y se salpimienta. Se baja el fuego y se deja unos minutos hasta que todos los ingredientes estén suaves. Se reserva.


Para servir, se fríen las tortillas, no deben quedar duras, nada más se suavizan y se les levanta el cuerito. Se rellenan con frijoles negros refritos, se cubren con guisado de cazón y con el escabeche de cebollas y habaneros.

Se empalman tres o cuatro tortillas por comensal, ya preparadas ¡y buen provecho!


Notas
:

1.- Puede ser más cazón, en este caso el medio kilo fue equivalente a cuatro filetes delgados, pero de buen tamaño. La receta rinde para tres o cuatro personas, dependiendo del apetito. Nosotros, que somos tres, por lo general no acompañamos con nada más así que salen cuatro por persona. Quizá se podría acompañar con una ensalada de lechuga y aguacate o arroz rojo o blanco. También se puede servir como entrada o aperitivo, uno o dos por persona y rinde más.

2.- Los tres cuartos de jitomate (usé saladet o guaje) equivalen a seis o siete piezas. Si lo quieren más fino, se puede pelar, retirar las semillas y cortar en cuadritos finos (concassé).

3.- Si no hay epazote fresco se puede sustituir por seco, sólo hay que poner poco menos cantidad porque el sabor se concentra.

4.- El vinagre del escabeche puede ser cualquiera, no necesariamente de vino blanco, claro que queda mejor, más fino. Alguna vez lo preparé con vinagre blanco tal cual y supo muy rico de todos modos.

5.- Hice cambios en tres cosas: añadí los habaneros al escabeche y caldo de pescado al guisado porque se resecó mucho. En cuanto a la presentación, en lugar de servirlos por separado como los panuchos yucatecos según la receta del Gran Libro, los dispuse como pan de cazón, tal cual. Como agregué los habaneros al escabeche, ya no incluí los jalapeños en vinagre.

6.- Tomillo y mejorana también se pueden sustituir por las mismas hierbas, pero secas.

7.- Con frijoles negros sabe mejor, pero si no tienen, con frijoles peruanos o pintos está bien, flor de mayo o de junio, no importa, nada más que estén bien refritos. En las fotos que agrego para esta receta, se aprecia que usé frijoles peruanos.

8.- Usé aceite de cártamo para todo.

9.- Por lo general queda escabeche de habaneros y cebolla morada, se guarda en un frasco y es un aderezo o salsa buenísima para otras comidas, muy picosa, eso sí, pero deliciosa.

LO PROMETIDO ES DEUDA

Perdón, me tardé. Aquí está la portada del libro:



domingo, 24 de mayo de 2020

Teppanyaki de res y camarón


Nos gusta la comida oriental y pues en estos días de encierro, que hay que espaciar las compras básicas, es una buena opción para que las verduras no se echen a perder y se consuman de la mejor manera, es comida muy nutritiva y sana.
Es la primera vez que lo preparo y fue un éxito. Tanto, que lo tuve que hacer de nueva cuenta antes de que pasara una semana. La primera vez sólo con carne de res y para la segunda agregué unos camarones que tenía congelados desde hacía tiempo. Quedó delicioso y pasó a formar parte destacada del recetario familiar además de que se ganó su lugar en este blog.
Es laborioso, pero nada para lo que no tengamos tiempo en estos días de cuarentena. Así que ¿muchas ganas de comida japonesa? Aquí está la receta para preparar en casa. #YoMeQuedoEnCasa.

Fe de erratas: En la publicación original escribí que era cocina china y pues no, un asiduo lector me corrigió y me dijo que era japonesa. Corrijo entonces y ofrezco disculpas.



Ingredientes

1 kilo de bistecs de bola de res
200-300 gramos de camarones sin cabeza, pelados y limpios
3 o 4 zanahorias peladas
3 o 4 calabacitas
½ coliflor precocida
1 brócoli de chico a grande
1 cebolla
1 pimiento
250 gramos de champiñones
Aceite neutro, el necesario (puede ser de cártamo, maíz o girasol)
1 cucharada de aceite de cacahuate

Para la salsa de teppanyaki
1/3 de taza de ajonjolí tostado
¼ de taza de salsa de soya
¼ de cucharadita de ajo en polvo
4 cucharadas de aceite vegetal
1 limón, el jugo
½ cucharadita de jengibre pelado y rallado

Para el arroz
2 tazas de arroz enjuagado y escurrido
4 tazas de agua

Preparación

Lo primero es enjuagar el arroz bajo el chorro del agua fría hasta que el agua salga transparente y se deja escurriendo.

El arroz se enjuaga muy bien y se deja escurriendo; y la coliflor cortada en ramitos se pone a cocer con poca sal y una estrellita de anís.
El segundo paso es cocer la coliflor. Se limpia, se separa en ramos y se cuece en suficiente agua, sal y una estrellita de anís (esto es para que no sea tan indigesta). No debe sobrecocerse, de hecho, hay que dejarla un poco firme para que no se desbarate a la hora de agregarla al teppanyaki.
Luego se cortan todas las verduras. Las cebollas y los pimientos en cuadros grandes; las zanahorias y las calabazas en un corte largo sesgado. El brócoli se separa en ramitos y los champiñones se rebanan.

Las zanahorias y las calabacitas se cortan sesgadas; la cebolla y el pimiento en cuadros y tanto la coliflor y el brócoli en ramitos.
La carne se corta en trozos como de dos por dos centímetros y los camarones, ya pelados y limpios, dependiendo del tamaño, se cortan en dos o tres trozos.
Tanto la carne como los camarones se guardan en el refrigerador mientras se avanza en todo lo demás, sobre todo si hace mucho calor.

Cortes de la carne y el camarón.
Cuando el arroz esté bien escurrido se ponen a hervir las cuatro tazas de agua; en cuanto suelten el hervor se agrega el arroz de golpe, se mezcla con una cuchara o palita para que quede parejo. Cuando vuelva a hervir se baja todo el fuego, se tapa y se cuentan entre 20 y 25 minutos.

Se pone a hervir agua, se agrega el arroz de golpe, se acomoda, se tapa y se deja de 20 a 25 minutos a fuego bajo, lo más bajo. Y así se ve cuando está listo.
Aceites de la receta, ingredientes de la salsa, el ajonjolí tostado y la salsa teppanyaki ya licuada.
En un wok u olla grande se vierte aceite neutro y el aceite de cacahuate. Se sofríe primero la zanahoria que es la verdura que tarda más en cocerse; luego se añade la cebolla y en cuanto acitrone, se agrega el pimiento. Todo sin dejar de remover con una palita de madera.


Una vez sofritos, se agrega la carne, se mezcla todo muy bien y mientras cambia de color, se tuesta el ajonjolí para la salsa teppanyaki y se ralla el jengibre.
El ajonjolí se deja enfriar un poco y se reserva.
Hay que estar al pendiente de que la coliflor no se sobrecueza. Ya que está lista, se escurre, se deja enfriar y se corta en ramitos más pequeños.


Cuando la carne cambie de color se agregan el brócoli y la coliflor, y mientras se sofríe todo revolviendo de vez en cuando, se prepara la salsa teppanyaki: se vierten en la licuadora el ajonjolí tostado, el aceite, el jengibre, la sal de ajo, el jugo de limón y la soya. Se licua fino, pero no tanto para que no se desbarate todo el ajonjolí. Se reserva.
En cuanto esté listo el arroz, se apaga el fuego, se retira de la placa caliente, se le quita la tapadera y se cubre con una toalla limpia para que absorba cualquier resto de humedad. Se deja reposar unos diez minutos.
Volvemos al wok y se vierte sobre el guisado de carne y verduras, la salsa de teppanyaki, se mezcla todo muy bien y se añaden, por último y en este orden: los champiñones, las calabacitas y los camarones y en cuanto los camarones estén listos, se apaga el fuego y se sirve.


Se puede presentar con el arroz en un tazón y el teppanyaki en un plato plano o el teppanyaki sobre una cama de arroz.


Estas cantidades alcanzan para seis personas más o menos.

Cualquier duda me la dejan en comentarios por favor, mientras tanto ¡buen provecho!
#YoMeQuedoEnCasa.

domingo, 19 de abril de 2020

Tacos de carnitas

#CocinaEnCasa
#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa 
                                      #NosNecesitamosJuntos #Cuarentena


Pues resulta que un buen día dí con un canal que se llama La Capital, esto en YouTube, con un chavo que le entra a la cocina sin miedo, no parece que sea chef, pero todo lo que hace lo emprende con mucha seguridad y prueba con un estilazo que todo se antoja. Como me suscribí a su canal me empezaron a llegar notificaciones y, bueno, no se puede hacer todo, pero cuando subió el video de las carnitas, no pensaba en otra cosa más que en hacerlas.
No se veía para nada complicado, sólo tenía que conseguir el famoso pork belly, que es la parte del cerdo de donde se saca el tocino, pero se ahuma. Para conseguirlo en Guadalajara (México) tenía que hacer un pedido especial en la carnicería porque no es un corte común, casi toda la producción se destina a la de tocino, pero yo no quería eso.

Por fin, después de mucho buscar, di con un proveedor de cortes poco comunes gracias a la recomendación de un sobrino, y las preparé por primera vez hace ya más de un año. Quedaron deliciosas. Lo que les diga es poco. La receta de Óscar Meza, el de La Capital, es una garantía y la verdad es que no hice mayores cambios. Sólo agregué salsas al gusto de la familia. Ah, perdón, debo decir que él hizo un cazo con el pork belly y lo presentó de tres maneras, oriental, con puré de papa y en tacos de carnitas. Yo no me entretuve en las dos primeras. A los tacos directo. Aquí la liga para que lo chequen: Carnitas de Pork Belly/La Capital.

Ahora, en plena cuarentena, mi hijo me dijo que tenía antojo de tacos de pork belly, cuya traducción literal es panza de cerdo. Así que nos dimos a la tarea de conseguir el corte y hasta eso que ahora fue rápido, al parecer ya se está solicitando más tanto en lo particular como en restaurantes de manera que no es difícil de conseguir y, sobre todo, no es caro.

Carnitas de pork belly.
Ingredientes

2 o 2.5 kilos de pork belly
1 litro de manteca de cerdo
2 naranjas
5 hojas de laurel
1 cucharadita de tomillo seco
1 cabeza de ajos
1 cerveza de 355 ml
Sal de grano al gusto
Tortillas de maíz al gusto

Guarnición
Cebolla y cilantro finamente picados
Salsas varias

Preparación

La manteca se calienta en un cazo hondo y grande. El pork belly se corta en cuadrados y del lado donde no tiene el cuerito, se sala. Cuando la manteca esté hirviendo y haya aromatizado la cocina, se colocan, con cuidado, las piezas del puerco.
Derretí la manteca en un cazo de cobre que tiene capacidad para ocho litros. Para las cantidades que hice me parece el tamaño perfecto.

Aquí se aprecian las hojas de laurel, la naranja, el tomillo y la cabeza de ajos. Luego agregué la cerveza (se alcanza a ver la espuma), de preferencia no muy fría. Cuando vuelva a soltar el hervor, se baja de fuego alto a medio bajo y se deja así por espacio de dos horas.
Hay que mover la carne de cuando en cuando y a la hora se retiran la naranja, el ajo y las hojas de laurel.
Debe estar suave, fácil de picar para hacer los taquitos, como se aprecia en la primera foto.
Recomiendo que la tortilla de maíz sea de lo mejor, si tiene masa y las puede echar a mano en casa, mucho mejor.


Aquí se puede apreciar cómo van cambiando de color las carnitas y la manteca se va aclarando.




Aquí están tres taquitos con diferentes salsas. De la verde aquí dejo la liga para la receta, está en este blog y la de arriba es salsa mexicana: cebolla, jitomate (tomate rojo), chile serrano, cilantro, sal, pimienta y un chorrito de vinagre blanco que preparó mi esposo Pedro.
Al taquito de abajo le puse la salsa típica de los tacos al pastor estilo Sahuayo, pero no la hice yo y no he podido conseguir esa receta.

Y preparé otra salsa: de jitomate y chile serrano asados con sal. Va la receta:

Ingredientes:
7 u 8 jitomates guaje o saladet cortados a la mitad
10 o 12 chiles serranos
Sal

Preparación


Los jitomates y los chiles se ponen a asar en un comal o en un sartén grande hasta que estén bien tatemados. Al principio cuesta un poco de trabajo hallar el punto, pero se puede. Esta receta me la pasó Mony, mencionada ya antes en este espacio, una excelente cocinera.
Por fin me sale.
Ya que están bien tatemados se muelen en molcajete o en licuadora, pero no en un programa que la deje muy molida, al contrario, que parezca como martajada.


En cuanto estén listos se van echando al vaso de la licuadora y al final se agrega la sal. Por lo general, primero están listos los chiles, ya sin el tallo y luego los jitomates. Se agrega sal, más o menos una cucharadita copeteada para estas cantidades, NADA DE AGUA y se licua. Es todo.


Es una salsa muy rica que se lleva muy bien con varios platillos de la cocina mexicana: carne asada, tostadas, quesadillas, huevos revueltos o estrellados, molletes, en fin. Se puede hacer más enchilosa si se desea y se agregan chiles, o menos, al gusto.
Si los preparan me cuentan, quedaron muy ricos y ya estamos pensando, en cuanto se pueda, hacer una reunión y ofrecer estos taquitos.
Hasta la próxima y ¡buen provecho!


#CocinaEnCasa
#YoMeQuedoEnCasa #QuédateEnCasa 
#NosNecesitamosJuntos #Cuarentena

miércoles, 25 de marzo de 2020

Ratatouille



Según la sous-chef de la película animada Ratatouille, el platillo es corriente. Después de prepararlo y degustarlo, la verdad es que es todo menos eso. Analizando la traducción, quizá la sous-chef se refería a que es comida del diario, casera, o algo así. La película se estrenó en 2007 y entonces fuimos a verla con nuestro hijo de cinco años, sin embargo, fue unos tres años más tarde y después de ver la película no sé cuántas veces en el reproductor de DVD, que un día me preguntó "Mamá ¿cuándo harás ratatouille?" y bueno, le contesté casi como siempre, que el día menos pensado. Y así fue. Me puse a buscar recetas tratando de localizar la original, la más antigua y encontré esta en un libro que era de mi mamá, Yeyé. Es comida de todos los días quizá, pero lleva su tiempo de elaboración, lo cual es un gozo, lo mismo que comerla. No me entretengo más y va la receta.

Ratatouille.

Ingredientes

4 jitomates medianos, pelados y cortados en cubitos
½ cucharadita de azúcar
¾ de taza de aceite de oliva
2 cebollas rebanadas
2 berenjenas peladas y cortadas en cuadritos
3 o 4 calabacitas rebanadas
3 dientes de ajo finamente picados
2 pimientos verdes sin semillas cortados en cuadritos
Sal de mar y pimienta negra recién molida al gusto
¼ de cucharadita de tomillo en polvo
El jugo y la ralladura de un limón

Preparación

Ingredientes: berenjenas, pimientos, ajo, cebolla, tomillo y limón. Faltan en la fotografía los jitomates y las calabacitas.
Primero se preparan todas las verduras y se pica el ajo. El jitomate se espolvorea con el azúcar y los cuadritos de berenjena, dispuestos en un refractario, con un poco de sal de grano para deshidratarla; se dejan aparte mientras se corta todo lo demás: las cebollas se filetean, las calabacitas se cortan en cubitos pequeños o triángulos, los pimientos en rebanadas o cuadritos y los dientes de ajo, sin el brote, se pican finamente.

Se corta el cabo de las berenjenas, se pelan y se cortan en cubitos uniformes, más o menos de un centímetro; los pimientos pueden ir rebanados o cortados en tiras y luego en cuadritos. En la imagen de abajo a la izquierda se aprecia cómo se le espolvoreó sal de mar a la berenjena para desjugarla un poco.

Las cebollas se filetean, las calabacitas se cortan así o en cubitos también, los dientes de ajo, ya sin el brote del centro, se pican finamente y los jitomates, pelados, se cortan en rebanadas y luego en cuadros medio toscos, no importa mucho porque al cabo de la cocción prácticamente se desbaratan.
En una cacerola grande de metal grueso (de preferencia) se calienta ½ taza de aceite de oliva a fuego fuerte y se van poniendo las verduras en el siguiente orden: primero se acitrona la cebolla; se escurre el líquido que haya soltado la berenjena y se añade a la cacerola. Se fríe por unos tres minutos hasta que empiece a ponerse suave.
En media taza de aceite de oliva (podrá parecer mucho pero no lo es por las cantidades de verduras), se acitrona la cebolla fileteada, luego se añade la berenjena y se sofría; siguen los jitomates, las calabacitas, el pimiento y el ajo.
Se añaden los jitomates y se revuelve todo durante otros tres minutos o hasta que el jitomate cambia de color. Se incorporan las calabacitas, el ajo y los pimientos; se sigue revolviendo (de hecho, eso quiere decir ratatouille).
Ajo y pimientos. Al final, se sazona con sal, pimienta recién molida al gusto y tomillo en polvo o fresco. No los encontré como ingredientes de la receta original, pero hay quienes le añaden otras yerbas como albahaca y perejil. Esto es opcional.

Se deja cocinar a fuego fuerte, revolviendo de vez en cuando, durante unos minutos; se sazona con sal, pimienta y tomillo. Se mezcla todo, se baja el fuego y se deja cocinar lentamente, destapado, durante una hora. 
En ese tiempo la ratatouille adquirirá la consistencia de una salsa de jitomate espesa. Se vierte en un recipiente, se deja enfriar, se tapa y se mete al refrigerador por 10 o 12 horas.
Antes de servirla se agrega el resto del aceite, la ralladura y el jugo de limón. Si se va a servir caliente, primero se calienta y luego se añaden el aceite y el limón.

Notas
1.- Los jitomates (tomates rojos) pueden ser Sinaloa (jitomate bola) o saladet, la receta está calculada para cuatro Sinaloa. Pesándose se puede sacar una equivalencia si se usan los otros, conocidos también como tomate guaje o perita en otras partes del mundo de habla hispana.
2.- Para pelar fácilmente el jitomate, se pone a hervir agua. A cada jitomate se le hace un corte en cruz en la base, con un cuchillo muy filoso, se sumerge en el agua hirviendo y en cuanto la piel se empiece a separar, se retiran del agua caliente y se sumergen en una bandeja con agua fría para detener la cocción. Luego se les retira la piel y se cortan en cuadritos.
3.- En todas las recetas es recomendable hacer lo que los chefs llaman la mise en place, pero particularmente esta que va por partes. Es mejor tener todo listo a prepararlo sobre la marcha.
4.- Es muy versátil. Se puede servir como un solo plato acompañado con virote salado (el tapatío) u otro buen pan y vino tinto. También se puede servir caliente o tibio como guarnición de carne o pescado. Se usa también como relleno de omelettes.
5.- Combina perfecto con arroz blanco y pasta.
6.- Y no es un platillo corriente, es totalmente gourmet ¡provecho y hasta la próxima!

Saludos especiales a todos los que siguen este espacio, particularmente en estos días de encierro, en todo el mundo. Un abrazo solidario y fraterno con los mejores deseos.

Imagen de la historia en Facebook.