domingo, 19 de noviembre de 2023

Libro La Cocina de Yeyé

Desde hace casi 30 años habíamos tenido la ilusión y el propósito de publicar un libro de recetas de mi mamá, Haydeé Golarte de Castro, conocida por su familia y sus amigas y amigos como Yeyé. Quizá muchas personas recuerden la sección de La Cocina de Yeyé en El Informador. Se publicaba dos o tres veces por semana de1993 a 1997. Cuatro años de recetas e información adicional para complementar las publicaciones.

Entre mi hermana Lupita y yo empezamos a trabajar en la producción del libro. Seleccionamos las recetas y ella las preparó casi todas: 360. Dos grandes amigos fotoperiodistas tomaron las fotos: Carlos Hernández Fonseca (¿dónde andas Charlie?) y Raúl Torres Lugo. Yo me encargué de la redacción y corrección de todo el material. Sin embargo, por diversas circunstancias no había sido posible su publicación. Hoy, 19 de noviembre, que mi mami cumpliría 91 años, después de mucho tiempo, me enorgullece compartirles el libro, disponible en plataformas en formato PDF. Por alguna extraña razón no fue posible publicarlo como e-book, pero ya está a la venta.
Por fin mami ¡tu libro! "La Cocina de Yeyé" #LaCocinadeYeyé

En este espacio donde también comparto mis propias recetas, he publicado muchas de Yeyé, mi mamá, y sé que el blog tiene seguidores en varias partes del mundo. Las maravillas de la tecnología: aquí se puede comprar en línea
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viernes, 16 de junio de 2023

Chilorio


Hooola ¡qué milagro! ¿verdad? Lo cierto es que siempre quiero reavivar el blog o que las entradas fueran más frecuentes pero se ha complicado el trabajo, por fortuna. Hoy que por decreto no se trabaja en Jalisco porque el estado cumple 200 años desde su constitución como libre y soberano, pues tuve una chance, un tiempecillo extra. Y, cosas de la vida, el platillo no es jalisciense pero se consume aquí mucho, aquí en Guadalajara, porque la comunidad sonorense y sinaloense en la zona metropolitana es muy grande.

Chilorio, sí, estilo Sonora; el sinaloense tiene algunas variantes. Escogí el de la tierra de mi mamá, Yeyé, por eso, en primer lugar y, en segundo, tiene menos calorías que el sinaloense que incluye jugo de naranja. Y bueno, retomo el espíritu original del blog: hacer todo desde cero y no recurrir a alimentos preparados. En el caso del chilorio se vende en latas y sobres.

Es un guisado fácil, económico y muy versátil. Se pueden hacer burritos, taquitos, lonches o tortas (bocadillos pues, por aquello de la internacionalidad), chilorio con huevo para desayunar, tostadas, puede ser relleno para tamales incluso y sándwiches. 

Tomé la receta de un canal que no conocía. No es nuevo pero me ha gustado mucho, se llama La herencia de las viudas y sólo hice algunos ligeros cambios en la receta (menos orégano y la carne la cocí en olla de presión). Va la receta:


                                              Ingredientes

Para cocer la carne

1 kilo de pierna de cerdo

1 kilo de espaldilla

1 chile California o Anaheim fresco

3 hojas de laurel

1/2 cebolla

2 cabezas de ajo

Sal


Para el adobo

25 chiles guajillo (también se conocen como mirasol)

3 dientes de ajo grandes

1/2 taza de vinagre

2 tazas del caldo donde se coció la carne, colado

2 cucharadas de guisar de manteca de puerco


Para sazonar

1 cucharada de pimientas negras

1 cucharada de cominos

1 cucharada de semillas de cilantro o coriandro 

7 clavos

1/2 cucharada de orégano seco

Sal de grano

Preparación



La carne se corta en trozos y se lava muy bien. Se puede poner a remojar un rato en agua para desangrarla y que no eche tanta espuma.

Se pone a cocer, sin tapar la olla, con la cebolla, las cabezas de ajo, el chile verde (California), sal y laurel.

Cuando suelte la espuma, algo sale siempre, casi siempre, se retira y se deja hirviendo un rato más hasta que se consuma un poco de agua y entonces sí se tapa y se cuece en la olla de presión. Media hora después de que "baila" el pivote.

Mientras se cuece la carne, los chiles guajillo se remojan en agua a temperatura ambiente. Nada más se les quita el tallo. No hay que limpiarlos porque el adobo, ya que está listo, se cuela. Cuando la carne esté cocida, se fríe en un sartén en manteca de puerco; no es necesario deshebrarla, al revolverla mientras se fríe en la manteca se deshebra sola; se licuan los chiles, con las dos tazas de caldo, el vinagre y los dientes de ajo. Se cuela sobre la carne y se va revolviendo todo hasta que la carne esté completamente impregnada con el chile colorado.



Cuando la carne luzca como se aprecia en la foto, se agregan los condimentos que previamente se muelen en el molcajete. De lo que resulte, bien mezclados todos, se añaden a la carne dos cucharaditas, un poco de sal y, al final, media cucharada de orégano seco. Se sofríe un ratito más para que se impregnen todos los sabores y eso es todo.

¡Buen provecho!

Notas:

1.- Primero pensé que era mucha pimienta, comino y coriandro y sí, porque realmente no se le pone todo a la carne, no a estas cantidades, lo que me sobró lo guardé en un especiero, me alcanza por lo menos para otra vez. Los molí en el molcajete como se aprecia en la siguiente foto:


2.- Sí le bajé a la cantidad de orégano. A la hora de añadirlo a la carne se me hizo mucho y sólo le puse la mitad, es decir, media cucharada de orégano seco.

3.- La manteca se derrite y calienta en un sartén grande, usé un wok que resiste altas temperaturas y quedó súper bien. Y tiene que ser manteca para que sepa a chilorio, si no, quedaría como cualquier otro guisado.

4.- La receta rinde mucho, así que se puede almacenar en botes de medio litro y congelar. Es de esas comidas que sacan de apuros.

5.- Ahora sí, a preparar burritos, tortas, tostadas, chilorio con huevo, taquitos... en fin.