martes, 23 de junio de 2015

Pain de mie

Estoy en el plan de, en la medida de lo posible, cocinar todo yo (bueno, casi). Desde hace tiempo, pero ahora con más fuerza y determinación porque resulta que le perdí el miedo a la levadura. Tenía la idea --equivocada-- de que la levadura era muy difícil de manejar. Hace muchos años, y lo recuerdo como en sueños, hice pan blanco o pan de caja; saqué la receta de una revista que ya ni existe; y también como entre tinieblas recuerdo que el olor era delicioso y el pan exquisito. Por razones que no llegan a mi memoria jamás lo volví a preparar y para colmo de males, perdí aquella revista en alguna mudanza.
En esta especie de "frenesí culinario" que me ataca, he hecho varios intentos para hacer pan blanco para sándwiches y todavía no lo logro. 
Como no soy chef ni mucho menos una cocinera perfecta, ahora les voy a compartir una receta que no me ha salido pero que me saldrá, y cuando eso suceda, lo sabrán de inmediato. 
El propósito es dar cuenta también de los fracasos, de los errores, de las omisiones, porque finalmente o en principio, muchas veces de eso se aprende más que de un platillo casi perfecto... en la cocina y en la vida.
Este pain de mie lo saqué de The bread kitchen, un sitio hasta cierto punto modesto, pero la cocinera o chef o panadera de nombre Titli que conduce, es muy buena y el pan sí sale, la que se equivocó fui yo. Esto para decirles que sí recomiendo la página y el canal en You Tube, ya les comentaré algunas otras recetas de Titli que pretendo preparar.
¿Por qué no me salió? 
En primer lugar porque todo indica que Titli vive en una zona fría del globo terráqueo y necesita, por ejemplo, de una hora a hora y media para que la masa con levadura duplique su tamaño. Y aquí en Guadalajara, con estos calores (a pesar de las lluvias), se dobla en media hora o menos. Así que se me pasó de crecimiento.
Y la otra cuestión es que no he encontrado el molde con tapadera que aparece en el video de The bread kitchen y casi se desborda.
De sabor quedó buenísimo y he de volverlo a hacer, con esta misma receta y las lecciones aprendidas. Por lo pronto, les compartiré fotos para comparar luego con el pan que haré después.
Antes hice pan con otra receta pero, aunque sí me salió, por un lado la falta de molde y, por otro, los ingredientes, no me convencieron del todo, muy bueno de sabor pero muy frágil, difícil de manejar para hacer sándwiches.

Se infló y se infló y se infló y luego.... Fotografía: Laura Castro Golarte.
Ingredientes
1/2 taza de agua
1/3 de taza de leche (sobradita)
4 cucharaditas de azúcar
1 cucharadita de levadura seca activa
300 gramos de harina y un poco más
2 cucharadas de leche en polvo
1 cucharadita de sal
4 cucharaditas de fécula de papa
45 gramos de mantequilla derretida

Preparación
Se mezclan el agua y la leche y se tibian en el horno de microondas unos 20 segundos, no debe quedar caliente. Se disuelven ahí el azúcar y la levadura y se deja reposar unos 10 minutos. 

En este tazón mezclé la leche y el agua tibias con el azúcar y la levadura; en menos de diez minutos ya estaba así. Ese día hizo mucho calor. Fotografía: Laura Castro Golarte.
Mientras pasan los 10 minutos se revuelven en otro tazón (puede ser el de la batidora) la harina, la leche en polvo, la cucharadita de sal y la fécula de papa. Una vez mezclados los ingredientes secos, se añade el preparado con la levadura así como la mantequilla, que debe estar derretida pero no caliente.
Se puede amasar con la mano y debe ser por unos 10 minutos, pero si tiene batidora con aspa amasadora, en cinco minutos o menos, estará lista.
Luego se saca de la batidora y se vacía sobre una superficie ligeramente enharinada y se amasa un poco más hasta formar una bolita que no se pegue en las manos; si es necesario, se puede agregar poco más de harina, poco, la misma masa la va pidiendo si la necesita. 

En la fotografía vertical se aprecia el tipo de aspa que se debe usar; se amasa por espacio de 10 minutos a mano o cinco en la batidora, luego se pasa a una superficie ligeramente enharinada, se amasa un poco más y se forma una bolita.
Fotografías: Laura Castro Golarte.
La bolita se coloca en un tazón ligeramente engrasado con aceite, la masa se unta con poco aceite, se cubre con papel film o kleen pack y se deja reposando una hora (aquí fue en donde me equivoqué, la dejé una hora y creció demasiado, no tanto en el tazón pero ya en el molde, sí).

Al doblar su tamaño se saca del tazón sobre una superficie enharinada, se poncha para sacar gases y se le da la forma alargada. Se coloca en un molde engrasado y se tapa con plástico o una toalla limpia y seca de cocina y se deja así 20 minutos.
Al cabo de ese tiempo se hornea a 150 grados Celsius por media hora. No se barniza.
Prácticamente se triplicó el volumen. Fotografías: Laura Castro Golarte.
Como se puede apreciar, el pan creció muchísimo, tanto, que a la hora de desmoldarlo se aplastó todo y el cocimiento no fue parejo, pero la mayor parte del pan se consumió porque de sabor estaba muy bueno, pero no era apto para sándwiches como es mi idea... Al tiempo y a base de ensayo y error, ensayo y error. Fotografías: Laura Castro Golarte.
Como verán, se apelmazó, se derrumbó, pero no le hace, nos lo comimos y para la próxima me tiene que salir. Fotografía: Laura Castro Golarte.
Si se animan a prepararlo así, con estas indicaciones, me cuentan cómo les va. La fécula de papa la conseguí en una tienda de productos coreanos que está en Av. México y la calle Bernardo de Balbuena, creo que ahí ya es el Barrio de Santa Tere o colonia Villaseñor.
Y este es el molde que quiero conseguir para que el pan quede como pan de caja, por eso se llama así.

Fotografía tomada de: Charolas Lemus.

¡Buen provecho! y ¡hasta la próxima!

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