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jueves, 4 de junio de 2015

Arroz rojo

Sí, arroz rojo. Quizá suene muuuy básico, pero para algunas personas como yo era un verdadero enigma, un reto. El arroz blanco me queda espectacular; he hecho arroces de distintas maneras y todos me quedaban bien, verde, a la jardinera, con ajo y nueces, en fin, pero el arroz rojo, no. Lo hice de todas las formas y con todos los consejos: enjuagado, sin enjuagar, dorado casi hasta quemarlo; no tanto, con el jitomate agregado, descontado, natural, con puré comercial, secado al sol, en olla de barro, de peltre... en fin, de todas las maneras y nada, si bien quedaba muy bueno de sabor y nunca lo desperdiciamos, se me apelmazaba y pues no, así no.
Entonces desistí, hasta que un día se me ocurrió entrar a YouTube, otra vez, a buscar un tutorial y dí con la técnica perfecta. El canal es de Marisolpink, una chava joven que sí sabe cocinar. He preparado varias de sus recetas y todas me han salido muy bien.
A su receta le hice algunos cambios: le agregué ajo y no le pongo verduras, pero todo lo demás igual y por fin ¡me salió!


Arroz rojo esponjado y sin batirse. Foto: Laura Castro Golarte.

Ingredientes
1 taza de arroz sin enjuagar
2 tazas de agua más un caballito de tequila 
3 cucharadas de aceite
3 jitomates saladet o guajillo
1/8 de cebolla
1 pizca de consomé en polvo
Sal al gusto
1 rama de cilantro
2 o 3 chiles serranos
1 diente de ajo de chico a mediano

Preparación
Primero hay que tener todo preparado. El arroz sin enjuagar se echa en la olla y se agregan las cucharadas de aceite, todavía no se prende la estufa.
El jitomate cortado en cuartos se pone en la licuadora junto con la cebolla y el diente de ajo sin el brote y se licua. Se deja el vaso a la mano, lo mismo que la sal, el consomé, los chiles y el cilantro.
Por cada tanto de arroz son dos de agua así que es mejor medir el agua y verterla en un recipiente, y se llena de agua un caballito de tequila; también deben estar a la mano
Ahora sí: se prende el fuego y se empieza a revolver  el arroz constantemente hasta que dore. No se debe perder de vista porque si no, o se dora disparejo o se quema. 
El arroz se dora revolviendo constantemente. Creo que sí se alcanza a apreciar la diferencia entre el arroz de las dos fotos de arriba y el color del arroz de las dos fotos de abajo.

Al llegar a este punto se añade el licuado de jitomate (con cuidado porque el sartén está muy caliente y "brinca") y se revuelve hasta que cambia de color y se aprecia el fondo del sartén o de la olla, prácticamente se debe evaporar todo el líquido del licuado.
En ese momento se le echa el agua, los dos tantos (el caballito todavía no), y se sazona con sal y consomé, también se agregan en este punto los chiles y la rama de cilantro. Se prueba de sal con una cuchara y se rectifica. Entonces sí se agrega el agua del caballito para reponer líquidos y hay que esperar a que suelte el hervor. En ese momento se baja el fuego a lo mínimo, se tapa la olla y se cuentan 20 o 25 minutos (depende de la estufa y de la altura sobre el nivel del mar, cada quien conoce sus tiempos). Sí recomiendo un temporizador o relojito de cocina porque por lo general, mientras está el arroz nos ponemos a hacer otras cosas, ya me ha pasado que se me olvida y se me reseca horrible, pero con el cronómetro o como se llame no hay pierde.
Una vez transcurrido el tiempo se verifica que todo el líquido se haya consumido y si es así, se retira la olla de la estufa y se deja en lugar fresco a que repose y termine de evaporar, con cinco minutos es suficiente. Entonces ya se puede revolver y servir. ¡Buen provecho!

Aquí se añadió el licuado de jitomate, cuando se evaporó el líquido se añadieron el agua, los condimentos, los chiles y el cilantro, luego se rectificó de sal, se bajó el fuego y a esperar.
A la izquierda está el caballito de tequila con agua, el tamaño es el tradicional porque ahora los hacen de muchas formas, capacidades y tamaños; en el centro está una taza medidora que usé para el arroz y los tantos de agua y a la derecha mi relojito de cocina que me encanta, una monería, una mini batidora que me costó como 50 pesos en Goiti, una tienda con algunos años de antigüedad en Guadalajara, pero hay en muchas partes y muy variados, muy monos.
El emplatado, digo, para darle un plus a la presentación con dos aritos de cocina quedó así, lindo y rico.
Pueden preguntar lo que gusten en los comentarios y también me gustaría que si les agrada el blog, se hicieran miembros, sólo hay que entrar a donde dice "Participar en este sitio" en la columna de la derecha y listo, no es tan difícil ¡gracias! Y ¡hasta la próxima!

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